Partiendo de los condicionantes urbanísticos establecidos, se genera un zócalo de hormigón sobre el que se eleva una pieza de doble piel en la que una hoja exterior de ladrillo cara vista blanco hace las funciones de filtro de luz y ventilaciones. El esquema mira a los dos elementos más singulares del núcleo, una chimenea de una antigua conservera y a la Iglesia de San Onofre.